El primer brote psicótico (3era parte)/The first psychotic (3rd part)
Les sigo contando. Estaba terminando el año de 1993. Ya se había escogido al candidato presidencial. Hubo una especie de tranquilidad en la oficina. Los discursos del Secretario disminuyeron notablemente. Básicamente en ese lapso el trabajo consistía en monitorear los medios de comunicación y, sobretodo, en preparar propuestas políticas, electorales y económicas para que el Secretario de Comunicaciones y Transportes las compartiera con el candidato presidencial. El Secretario se volvió en uno de los personajes más cercanos del candidato. Había tiempo libre. Vino diciembre y en México eso significa muchas fiestas.
No les voy a contar todas las parrandas pero sí dos en particular: Mi amiga, la que andaba con el tipo de la alta sociedad, organizó una fiesta en casa de sus padres. Era una casa localizada en uno de los barrios más lujosos de la ciudad de México; tenía alberca y los padres estaban fuera del país. La fiesta empezó un sábado y terminó el lunes siguiente. En ese tiempo yo sólo tomaba alcohol y fumaba marihuana moderadamente. Le tenía mucho respeto a la cocaína, tan sólo la había probado un par de veces en pequeñísimas dosis (siempre he sido muy sensible para las sustancias, es decir con muy poco ya estoy “high”). En esa fiesta conocí a una mujer que me encantó. Era méxico-canadiense, modelo, alta, pelirroja y para acabarla de chingar, muy inteligente y bastante leída. Vaya cóctel tan peligroso. Mi amiga de toda la vida tenía “extásis” que había conseguido de su “aristogato” novio y me convenció de consumir la mitad de la cápsula. El efecto fue efectivamente un “éxtasis”, me la estaba pasando muy bien. Mi amiga además de tener un problema con el alcohol, tenía un problema serio con su relación con los hombres, siempre se boicoteaba o terminaba con hombres conflictivos. Y su novio de entonces, era un buen hombre, muy noble y con dinero, inteligente. A mí siempre me había atraído físicamente, pero conocía sus defectos; por muchos años evite involucrarme íntimamente con ella. Sin embargo, cuando estaba tomada y el novio algo distraído solía besarme apasionadamente. Le gustaba jugar con fuego. Pero en esta fiesta no se dio eso, porque la pelirroja y yo tuvimos una conexión. Conversamos de la vida, de política, de música, de México, de literatura, etc…, pero no pasamos de besarnos. Luego me confesó que estaba en sus días, y que por eso no había atacado a la yugular.
La cuestión es que tuve un enamoramiento fuerte. Me encantaba la mujer. Salimos unas tres veces e hicimos el amor una sola vez. Yo estaba fascinado, pues pude recorrer cada parte de su cuerpo, con paciencia y pasión. Mi enamoramiento creció. No creo que yo haya hecho un mal trabajo. Sin embargo, había otro hombre en la escena. Una noche me invitó a una pequeña reunión en un pequeño departamento cerca del barrio “La Condesa” con los integrantes de una banda de rock famosa en ese entonces (La Maldita Vencindad). Mi competencia era muy amigo de la banda. Era un mexicano de cepa, parecía un azteca total, sin mestizaje. Tenía ínfulas y el "look" de “guru-chaman”. Yo sentí la tensión desde el principio, estaba incómodo. Sacaron el “éxtasis”; yo me tomé la mitad de una. Las horas pasaron rápido, pero yo no me sentía en éxtasis, estaba más bien muy incómodo. Cuando estaba amaneciendo decidimos hacer un círculo acostados y agarrarnos de las manos para sentir la “vibra”, para “conectarnos”. Pues yo más bien me sentí fuera del círculo, me empecé a sentir fuera de lugar, desesperado. Me fui. Me había ganado el “guru-chaman”. Era de esperarse, en ese entonces yo vestía de traje, trabajaba en el sistema, era rebelde pero no lo suficiente para conquistar a esa mujer tan inquieta y rebelde. El regreso a la casa fue horrible, sentí el lado oscuro de esa droga, estaba sintiendo una especie de dolor que no conocía, era una sensación tan desagradable…(continuara)
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Well, I keep telling. It was finishing the year 1993. The presidential candidate had already been chosen. There was a kind of calm in the office. The speeches of the Secretary decreased significantly. Basically in that time the job was to monitor the media and, above all, to prepare policy, electoral and economic proposals for the Secretary of Communications and Transport to share them with the presidential candidate. The Secretary was one of the closest advisors of the candidate. I had free time. December came and in Mexico that means a lot of parties.
I will not tell you about all the parties, but two in particular for now: My friend who was with the guy of the high society, organized a party at her parents house. It was a house located in one of the most luxurious neighborhoods in Mexico city, had a pool and the parents were out of the country. The party started on a Saturday and ended the following Monday. At that time I only drank alcohol and smoked marijuana moderately. I had a lot of respect for cocaine, had only tried a couple of times in very small doses (I've always been very sensitive to substances, with very little I get "high"). At that party I met a woman and I had a big crush. She was a Mexico-Canadian model, tall, red-haired and, to put the damn thing worse, very smart and quite read. She was a dangerous cocktail. My lifelong friend had "ecstasy" which she got it from his"aristocat" boyfriend and convinced me to consume half of the capsule. The effect was indeed "ecstasy", I was having a very good time. My friend besides having a problem with alcohol, had a serious problem with her relationships with men, always ended boycotted herself or ended with conflicted men. And her boyfriend at the time was a good man, very noble, with money and smart. I always had been attracted physically to her, but I knew her faults, for many years I avoided to be intimately involved with her. However, when her boyfriend was distracted she used to kiss me passionately. She liked to play with fire. But at this event that did not occur because the redhead and I were having a connection. We talked about life, politics, music, Mexico, literature, etc ..., and we just kiss. Then she told me she was in her days, and therefore had not attacked me to the jugular.
The point is that I had a strong infatuation. I had a crush with this woman. We went out three times and made love once. I was fascinated, because I could go through to each part of her body, with patience and passion. The infatuation grew. I do not think I've done a bad job. However, there was another man at the scene. One night I was invited to a small gathering in a apartment near the neighborhood "La Condesa" with the members of a famous rock band at that time (“La Maldita Vencindad). My competition was a close friend of the band. He was a strain Mexican, a total Aztec without interbreeding. He had pretensions and the look of a "guru-shaman". I felt the tension from the beginning, I was uncomfortable. They took the "ecstasy" out, I took half of one. The hours passed quickly, but I did not feel in ecstasy, I was rather very uncomfortable. When it was dawn we decided to make a circle lying and grab our hands to feel the "vibe" to "connect". But I felt rather out of the loop, I started to feel out of place, desperate. I left. The "guru-shaman" won. It was expected, at the time I used to wore a suit, got a job in the system, I was rebellious but not enough to conquer that woman so restless and rebellious. The return home was horrible to me, I felt the dark side of the drug, was feeling a kind of pain I did not know, it felt so nasty ... (to be continue)
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